De la Fundación Vela Española y del patrimonio de la RFEV
CAPITULO I
FUNDACIÓN VELA ESPAÑOLA
En el año 1992, terminé mi segundo mandato como Presidente de la RFEV y lo cierto es que en aquel entonces no pasaba por mi cabeza volver a postularme a la presidencia de la Federación.
Sin embargo a resultas de que en 1996 Fernando Bolín, mi sucesor y después predecesor, decidió no presentarse a la reelección y que ello coincidió con una reestructuración en mi despacho que me permitiría separarme del mismo a los 60 años, fue por lo que en diciembre de ese año decidí volver a postularme a la presidencia. Podría así disfrutar con tiempo y tranquilidad del cargo si fuese reelegido, sin tener que realizar los esfuerzos a los que me había sometido en mis dos anteriores mandatos, sin tener que sacrificar tanto a la familia y muchas veces mi profesión de la que siempre he vivido en exclusiva toda vez que la presidencia no estaba remunerada aunque ya pudiese estarlo. Debido a la
experiencia poco grata que tuve con el CSD al final de mi mandato en 1992 y a la que me referiré someramente al final del Capitulo II, cuando retomé mi aventura federativa en diciembre de 1996, a imagen del COE, decidí promover la FUNDACIÓN VELA ESPAÑOLA (Fundación) lo que conseguí llevar a cabo en 1998 y a la que irían destinados los fondos privados que se obtuvieran de los patrocinadores con el objeto principal de promocionar la vela. Para ello solicité la preceptiva autorización a la la Asamblea para ello que lo concedió con la acertada condición propuesta por Joan Antón Camuñas, (entonces Presidente de la Federación Catalana) de que la gestión de la Fundación fuese sometida para su discusión, y en su caso aprobación, a la Asamblea General
Ordinaria de la RFEV, lo que siempre ocurrió con todo detalle durante lo que me restó de mandato, es decir, hasta diciembre del año 2000.
Los objetivos de la Fundación se establecieron con arreglo a los acuerdos que adoptase su Patronato, constituido en su totalidad por miembros de la RFEV para promover la difusión y actividad de nuestro deporte en todo el territorio nacional, en perfecta conjunción con la RFEV.
Las ventajas que ofrecían la Fundación era la de utilizar los cauces que la ley pone a disposición de las Fundaciones con el fin de obtener recursos de todo tipo que en atención a los fines de la Fundación, pueden hacer atractivo el patrocinio y la acción promocional de nuestro deporte.
Los recursos de la Fundación fueron inicialmente los que le asignó su fundador la RFEV, (1.000.000Pts) y los que le asignaron los patrocinadores que, a su vez obtuvieron las ventajas fiscales correspondientes por cooperar a la consecución de fines de interés general promovidos por una institución de carácter benéfico-docente.
Como antes he dicho los fondos se gestionaban y administraban por su Patronato que, a su vez, se encuentra sometido al control del Protectorado del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes.
El Patronato fue constituido por miembros de la Comisión Delegada de la Asamblea y de la Junta Directiva de la Federación, y bajo la dirección de la Presidencia de la RFEV, ejercieron sus cargos con carácter altruista, al igual que en la RFEV, y por tanto, promovieron la acción de la Fundación solo en interés de la misma y del cumplimiento de sus objetivos.
La compatibilidad de los fines de la Fundación con los fines de la RFEV, derivaron del hecho de que, compartiendo un mismo objetivo, tenían competencias diferentes, y en todo caso, su actividad tenía más un carácter promocional y de difusión de la actividad de la Vela, que competitiva y del carácter reglamentario de la actividad del deporte de la Vela.
La Fundación se concibió para poder trabajar con independencia económica y de gestión en objetivos que desde la Federación los veíamos de una manera heterogenia con el Consejo Superior de Deportes, organismo que trabaja más para un objetivo principal (erróneo creo yo), la próxima Olimpiada, porque consideran que el medallero es esencial para el país (pensamiento de los políticos, claro está…). Sin embargo la Fundación tenía una más amplia visión, la promoción cara al futuro porque si no hay base no hay futuro. Los ingresos de la Fundación permitían apoyar y becar a deportistas y técnicos, promesas etc., que no entraban en los planes del Consejo Superior de Deportes / Comité Olímpico Español (el famoso ADO), pero si en los de la Fundación que tenía como objetivo ver el presente y futuro.
No tengo muy buena memoria para los números, pero creo que al final de mi mandato (año 2000) la Fundación, con una corta vida de dos escasos años, tenía un patrimonio de unos 25.000.000Pts (hoy 150.253€) y un compromiso firmado con la Sociedad Copa América de que el remanente de su liquidación pasaría a la Fundación, compromiso que no puedo omitir se lo debemos a Pedro Campos, ya que se intentaron unas turbias maniobras para que se les diera otro destino y de lo que él me alertó (¡al César lo que es del César!) y lo conseguimos arreglar.
Así pues una vez liquidada la Sociedad Copa América ya con Gerardo Pombo de Presidente, y a pesar que están por dilucidar ciertos pagos, lo cierto es que la Fundación llegó a tener unos fondos de alrededor de 130.000.000 Pts. (hoy 781.315 €.) lo que no estaba nada mal en aquella época para un deporte como el nuestro, digo yo.
Desde que empezó el mandato de Gerardo Pombo la información a la Asamblea sobre la Fundación empezó a diluirse ya que solo se presentaban unas cuentas muy resumidas con una breve explicación verbal a la Asamblea sin que ni siquiera figurara el tema en el Orden del Día de la misma , y menos aún sin que se enviaran las Cuentas de la Fundación con anterioridad a la celebración de la Asamblea, siendo esta la causa de que empezaran mis sospechas de que algo anormal estaba ocurriendo. Recuérdese que por Estatutos y Ley, yo tenía el derecho a asistir a las Asambleas durante el mandato siguiente a perder las elecciones con voz pero sin voto y si las Actas no han desaparecido o extraviado (algo que ahora parece que está sucediendo…) en ellas tienen que constar mis críticos comentarios al respecto.
El hecho cierto es que sí se sabía que la Fundación estaba financiando la tesorería de la RFEV algo que no lo permite ni la Ley ni los Estatutos de la Fundación. Presenté por ello una denuncia ante el Protectorado de
Fundaciones a la que contesto G. Pombo con extraños argumentos, entre otros, con ponerme una querella por difamación o algo así, algo que todavía estoy esperando. Lo cierto es que el Protectorado no le impuso ninguna sanción pero si le advirtió de que la Fundación no podía financiar la RFEV. Algún tiempo después como continuaban las sospechas de irregularidades, pues en ningún momento se exhibían ni discutían las cuentas de la Fundación en la Asamblea de la RFEV, pedí una audiencia en el Patronato y allí descubrí con documentación que me fue exhibida pero nunca facilitada a pesar de mis reiteradas peticiones(cuyas pruebas obran en mi poder), que se habían firmado unos contratos de préstamo (creo que tres o cuatro) entre la Fundación y la RFEV a favor de esta, contratos que fueron firmados por José Luis Tuya y José Mª Martín Puerta, uno en nombre de la Fundación como prestamista y el otro en nombre del RFEV como prestatario. El tema es que "vaciaron" de fondos la Fundación pero estos no aparecieron nunca reflejados en la cuentas de la RFEV como deuda a pagar ni en ningún otro concepto.
Llegué a interponer un Acto de Conciliación contra Martín Puertas en su calidad de Vicepresidente económico de la RFEV, en el que comparecieron únicamente su abogado y procurador, negándolo todo. Todavía me arrepiento de no haber interpuesto en aquél entonces la pertinente querella criminal contra tan nefastos individuos, pero a lo hecho pecho. Sin embargo no pierdo la esperanza de que todo salga a la luz (y en ello seguimos trabajando) ya que individuos como estos tienen que ser apartados para siempre de nuestro deporte. He denunciado estos lamentables hechos de forma fehaciente al CSD y a la Dirección General de Fundaciones ofreciendo documentación que acredita cuanto mantengo, no sólo la desaparición de los fondos de la Fundación por el sumidero de la corrupción, sino también por otras gravísimas irregularidades cometidas por G. Pombo y su Directiva en la RFEV. Pero los dos organismos, ambos dependientes del Mº de Educación, Cultura y Deporte han hecho dejación de sus funciones y han mirado para otro lado vergonzantemente.
Todo indica que su pretensión ha sido dejar que pasara el tiempo para que prescribieran nuestras posibles acciones para no tener que afrontar su propia responsabilidad. Veremos cómo reaccionan cuando llevemos nuestra reclamación por la vía judicial.
Sobre la situación patrimonial de la RFEV hablaremos en un segundo Capítulo.
Arturo Delgado de Almeida
Abogado
Ex Presidente de la RFEV y de la EUROSAF
Ex Vicepresidente de la ISFAF